Martes, Octubre 14, 2025
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De Vulnerable a Preocupación Menor: gato güiña cambia su estado de conservación

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El análisis, encargado por el grupo de especialistas de felinos de la IUCN, evidencia los resultados de los esfuerzos de conservación realizados durante la última década. 

Tras un análisis realizado por un grupo de científicos, entre ellos el investigador CEDEL UC, Nicolás Gálvez, a partir de octubre de 2025 el gato güiña, felino endémico de Chile y Argentina, cambia su estado de conservación de Vulnerable a Preocupación Menor, según las categorías definidas por la Lista Roja de la IUCN. “Esto no significa, necesariamente, una mejora en la especie”, indica Gálvez. 

Este cambio es posible gracias a la reevaluación que se realiza del felino tras 10 años desde su último análisis. Desde 2015, la especie ha contado con una mayor cobertura y mejor calidad de la investigación desarrollada “tanto en el conocimiento sobre la ecología de la especie en distintos usos de suelo, como también sobre los cambios en el hábitat durante los últimos 20 años”, comenta el investigador.

De esta forma, el análisis descarta una “mejora real” en el estado de conservación, y apunta, más bien, a un avance en el conocimiento científico y en la calidad de los datos disponibles. 

Análisis

El análisis se enfocó en seis grupos geográficos que han sido reconocidos y estudiados como relevantes para la estructura poblacional del gato güiña en la literatura. Estos se ubican en la zona Norte, compuesto por las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana y O’Higgins; otro grupo en la zona Centro, compuesto por las regiones del Maule, Ñuble y Biobío; luego el grupo denominado “Los Lagos”, que abarca las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos; los territorios de Chiloé, Aysén y un grupo en argentina compuesta por las provincias de Chubut, Neuquén y Río Negro. Esto corresponde a una extensión total de 246 mil kmy un área de ocupación de 105 mil km2.

Además, y por primera vez, se incluyó el uso de suelo de plantaciones forestales y paisajes agrícola del sur de Chile. “Durante la última década hemos contado con abundante evidencia de la ocurrencia de la especie en estos lugares”, explica Gálvez. 

De esta forma, el estudio propone que la güiña está compuesta por una población que, en su estimación mínima, superaría los 26 mil ejemplares, mientras que en su estimación máxima alcanzaría los 101 mil individuos maduros.

La Lista Roja de la IUCN

La Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), es un instrumento fundado en 1964 que busca ser un barómetro del riesgo de extinción de especies a nivel mundial. 

La Lista analiza el estado de conservación de especies animales, hongos y plantas, y se ha convertido en un importante referente en el riesgo de extinción de más de 169 mil especies evaluadas. 

La lista contempla distintas categorías, que estiman el nivel de riesgo de cada especie. De ellas, son tres las que plantean un estado de amenaza para la especie: En Peligro Crítico, En Peligro y Vulnerable. 

Por otro lado, la categoría donde queda recategorizada la güiña, Preocupación Menor, plantea que la especie se encuentra fuera de amenaza y que no cumple con los criterios de evaluación planteados para aquellas categorías que implican un mayor riesgo.

Criterios de evaluación

“Para las estimaciones de población se ocuparon los valores más conservadores”, señala el investigador. Uno de ellos es el número de individuos estimados. Para la categoría Vulnerable, la lista plantea que la especie debe estar en el umbral de los 10 mil individuos, encontrándose la güiña con una estimación inferior que supera los 25 mil individuos. 

Por otro lado, el estudio arrojó que del 2000 al 2022, el hábitat de la especie ha disminuido en un 4% con una tasa anual de 0,2%. “Para Vulnerable tendría que haber una reducción de 30% en 18 años”, explica Gálvez. 

Los valores considerados en el estudio buscan hacerse cargo de la incertidumbre que existe al momento de realizar el trabajo de campo, “para estar alineados con un principio precautorio y así no estar sobrestimando la población”.

Territorios críticos

Según el análisis realizado por el equipo de investigadores e investigadoras, cada grupo geográfico plantea diferentes desafíos. Así, el estudio realizado, además de considerar un cambio de categoría de la especie, también identifica territorios donde esas poblaciones se encuentra en un estado crítico. 

Se trata de la Zona Norte, Centro y las provincias argentinas identificadas. En las primeras dos, es clave el rol de los remanentes de bosque esclerófilo, y acciones de conservación y prevención de incendios.

De la misma forma, se puede reconocer a individuos del sur de Chile como poblaciones clave para el resguardo de la especie, cuyo cuidado, a través de distintas medidas que se sostengan en el tiempo, se vuelve fundamental. 

“Como la protección de bosque nativo, fragmentos en paisajes agrícolas, regularización de las parcelaciones, mitigación de atropellos y tenencia responsable de mascotas, particularmente de gatos”, sentencia Gálvez.

Estado Verde

El análisis realizado también buscó aplicar, por primera vez sobre esta especie, el Estado Verde de la IUCN, rúbrica que mide la disminución de su población tomando como hito inicial un punto histórico de referencia. 

En este caso, para el análisis se consideró como punto de referencia mediados del siglo XIX, específicamente 1850, año desde el cual se puede evidenciar la expansión agrícola para la producción de trigo y políticas de quema, militarización y colonización europea que modificaron gran parte de la distribución de la güiña. 

En concreto, en este análisis la especie resultó con un porcentaje de disminución de un 67%, lo que se considera como moderado. El legado de conservación sería medio, lo que supone que, sin las medidas de conservación tomadas durante las últimas décadas, como protección de hábitats, prevención de incendios y educación ambiental, la especie podría estar en peligro o incluso extinta en zonas como el norte y centro de Chile. 

Sin embargo, existe incertidumbre en el potencial de recuperación de la especie a 100 años. Debido a factores como el cambio climático y el aumento en la densidad humana, catalogan esta proyección como indeterminada.

Aun así, el estudio asegura que, si se da continuidad a las acciones de conservación, cinco de las seis unidades geográficas identificadas para la güiña podrían entrar en un estado de conservación óptima. 

Autores

El análisis, realizado en el marco de la Lista Roja y encargado por el grupo de especialistas de felinos de la IUCN, es producto de un trabajo de dos años realizado por un equipo de investigadores e investigadoras compuesto por Gálvez junto a Constanza Napolitano, de la Universidad de los Lagos; Felipe Ibacache, del Wildlife Ecology and Coexistence Lab., del CEDEL UC; Ilaria Agostini, del CENAC del Parque Nacional Nahuel Huapi, Argentina, y miembro del Grupo de Ecología y Conservación de Carnívoros de la Patagonia; y Patricio Pliscoff del Centro de Estudios Territoriales de la Universidad de los Andes, Chile. 

Por otro lado, el análisis que permitió determinar el Estado Verde de la güiña fue realizado por Gálvez, Napolitano, Agostini y Pliscoff, junto al miembro de la IUCN Cat Specialist Group, Elliot Carlton.

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