Cortes de luz y movilidad vertical: el impacto silencioso en las comunidades chilenas
Hoy, el 40 % de la población nacional habita en edificios residenciales y el 14% tiene 65 años o más.
Schindler Chile impulsa soluciones seguras, sostenibles y tecnológicamente avanzadas para enfrentar los nuevos desafíos.
Durante este año, Chile ha enfrentado diversas interrupciones eléctricas que han dejado a millones de personas sin suministro. El gran apagón nacional del 25 de febrero afectó a más del 95 % de la población, equivalente a más de 8 millones de hogares, mientras que el reciente corte del 20 de octubre dejó sin energía a más de 370.000 usuarios en la Región Metropolitana.
Si bien las cifras suelen medirse en usuarios o megawatts, el mayor impacto se refleja en la vida cotidiana de las comunidades. Cada corte de luz paraliza ascensores y escaleras mecánicas, afectando especialmente a personas mayores, con movilidad reducida y familias que viven en edificios en altura. Hoy, el 40% de la población habita en condominios y el 14% tiene 65 años o más. Para ellos, los ascensores no son un lujo, sino un medio esencial de autonomía y seguridad.
“La electricidad no solo ilumina nuestros hogares, es esencial para la movilidad vertical junto a la seguridad de las personas. Cuando los ascensores dejan de funcionar, se interrumpe la rutina y la autonomía de miles de personas”, comentó Alfredo Morate, gerente general de Schindler Chile.
Desde Schindler Chile, mantener los equipos en buen estado y actualizar los sistemas obsoletos con tecnología de última generación es clave para garantizar la seguridad, la accesibilidad y el confort de los usuarios. Por eso, estamos impulsando la modernización de ascensores, contribuyendo a reducir el consumo eléctrico y extender la vida útil de los equipos.
En edificaciones con más de 20 o 30 años, muchos ascensores no cuentan con sistemas modernos de rescate automático ni respaldo energético. Según la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), cerca del 40 % de los edificios del país requiere mantenimiento o modernización, lo que implica que, ante un corte eléctrico, las cabinas pueden quedar detenidas entre pisos. En esos casos, es fundamental mantener la calma y esperar siempre la llegada de personal experto, ya que muchos accidentes ocurren cuando personas no capacitadas, como conserjes o incluso equipos de emergencia, intentan abrir las puertas sin haber detenido completamente el sistema del ascensor. Por eso, solo técnicos especializados deben realizar maniobras de rescate.
“En un país donde los eventos climáticos, las sobrecargas del sistema y los cortes programados son cada vez más frecuentes, la modernización del transporte vertical se vuelve una prioridad”, agregó Morate.
Los ascensores de nueva generación de Schindler incorporan tecnologías que permiten el rescate automático a nivel de piso más cercano, sistemas de bajo consumo energético y monitoreo remoto, entre otros, lo que reduce los tiempos de respuesta ante emergencias y eleva los estándares de seguridad.
Con 110 años de presencia en Chile, Schindler lidera la transformación del transporte vertical con soluciones que combinan innovación, sostenibilidad y conectividad digital, aportando a una movilidad urbana más segura, accesible y confiable para todas las personas. Trabajan cada día para garantizar una movilidad vertical más segura, accesible y confiable.